Sales de Emaús flotando, ¿y ahora qué?
Si estás leyendo esto, es muy probable que acabes de vivir uno de los fines de semana más intensos y transformadores de tu vida. Sales del retiro de Emaús con una sensación de paz, de alegría y de tener el corazón a rebosar. Es como si, de repente, todo encajara. Pero, al volver a la rutina del lunes, con el trabajo, los atascos y las obligaciones, surge la gran pregunta: Y ahora, ¿qué?
Tranquilo, no eres el único que se siente así. Es una sensación muy común. La vuelta a la «vida real» puede parecer un jarro de agua fría y es normal tener miedo de que esa llama que se ha encendido en tu interior se apague poco a poco.
La buena noticia es que los retiros de Emaús no son un final, sino un pistoletazo de salida. Son el comienzo de un camino nuevo y apasionante. En este artículo, vamos a darte algunas ideas y pistas para que sepas cómo dar los siguientes pasos.
Mantén viva la llama: el «cuarto día» es para siempre
En la jerga de Emaús, se habla del «cuarto día» para referirse a toda tu vida después del retiro. El reto es mantener vivo ese encuentro con Jesús no solo durante el fin de semana, sino cada día. Aquí tienes algunas claves prácticas para lograrlo:
La comunidad es tu ancla
No estás solo en esto. Una de las cosas más potentes de Emaús es la comunidad que se crea. Tus compañeros de camino, los servidores… todos han vivido algo parecido a ti.
- Acude a las reuniones: Después del retiro, se suelen organizar reuniones periódicas (a veces llamadas «ultreyas»). ¡Ve! Son un chute de energía, un lugar para compartir tus alegrías y tus luchas, y para recordar por qué empezaste este camino.
- Busca un grupo de vida: Habla con la gente de tu parroquia o con los responsables del retiro. A menudo existen pequeños grupos que se reúnen para rezar, leer el Evangelio y compartir la vida. Pertenecer a un grupo así te ayudará a perseverar.
- ¡Sirve!: Una de las mejores maneras de mantener vivo el espíritu de Emaús es ayudar a que otros lo vivan. Cuando te sientas preparado, ofrécete para servir en un futuro retiro. Dar gratis lo que gratis has recibido es una experiencia increíblemente gratificante.
Tu relación personal con Dios
El retiro te ha dado el empujón, pero la fe es como una planta: hay que regarla cada día. No hace falta hacer cosas extraordinarias. Los pequeños gestos son los que marcan la diferencia.
- Reserva un ratito para rezar cada día: Aunque solo sean cinco minutos por la mañana para dar gracias o por la noche para repasar el día.
- Lee el Evangelio: No como quien lee una novela, sino dejando que las palabras te hablen. El pasaje de los discípulos de Emaús (Lucas 24), que es el corazón de esta experiencia, es un buen lugar para volver una y otra vez.
- Encuentra a Dios en lo cotidiano: En tu trabajo, en tu familia, en un paseo por la naturaleza… La vida espiritual no consiste en evadirse del mundo, sino en encontrar lo sagrado en medio de lo ordinario.
Un horizonte más amplio: otros retiros para seguir creciendo
Emaús es una puerta de entrada maravillosa. Pero el camino de la fe tiene muchas etapas y paisajes diferentes. Si sientes que necesitas seguir profundizando, existen otros retiros de fin de semana diseñados para tocar otras áreas de tu vida espiritual. Dos de los más conocidos y recomendados son Effeta y Bartimeo.
Los retiros de Effeta: ábrete a la escucha
Si Emaús es un encuentro con Jesús resucitado que camina a tu lado, los retiros de Effeta son una invitación a sanar el oído interior para poder escuchar su voz con más claridad. La palabra «Effeta» significa «ábrete» en arameo, y es lo que le dijo Jesús a un sordomudo en el Evangelio.
Este retiro se centra en sanar las heridas del corazón. Todos arrastramos heridas de nuestro pasado, de nuestra infancia, de relaciones rotas… que, a menudo, nos impiden relacionarnos con Dios y con los demás de una forma sana y libre. Effeta te ayuda a ponerle nombre a esas heridas, a presentárselas a Dios y a dejar que Él las sane.
Es un paso lógico y muy potente después de Emaús, porque una vez que has experimentado el amor incondicional de Dios, estás más preparado para dejar que ese amor entre en los rincones más oscuros y doloridos de tu vida.
Bartimeo: una invitación a ver con otros ojos
Otro retiro que puede cambiarte la vida es Bartimeo. Se basa en el pasaje del ciego Bartimeo, que estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna hasta que pasó Jesús y le devolvió la vista.
Este retiro se enfoca en nuestras «cegueras» espirituales. ¿Qué cosas te impiden ver la acción de Dios en tu vida? ¿Qué miedos, prejuicios o ideas preconcebidas te ciegan? ¿Qué te impide ver tu propia valía y la de los demás?
Bartimeo es un retiro para pedirle a Dios que nos quite las vendas de los ojos y nos permita ver la realidad con la luz de la fe. Es una experiencia de liberación que te ayuda a levantarte del borde del camino y a empezar a caminar con una visión nueva y llena de esperanza.
De un retiro de fin de semana a una vida con sentido
Lo más importante que debes recordar es que el objetivo no es vivir de retiro en retiro, como si fueran islas de paz en un mar de caos. El objetivo es que la paz y el sentido que encuentras en estos retiros de fin de semana se integren en tu día a día.
Los retiros de Emaús, los retiros de Effeta y los de Bartimeo son herramientas potentísimas, como un mapa y una brújula. Pero el camino lo tienes que andar tú, paso a paso, día a día.
Así que, si acabas de hacer Emaús y te preguntas «¿y ahora qué?», la respuesta es sencilla: ahora empieza lo mejor. Tienes una comunidad que te apoya, tienes herramientas para crecer y, sobre todo, tienes la certeza de que no caminas solo. ¡Adelante
Preguntas Frecuentes
Q: Me siento abrumado al volver a la rutina y tengo miedo de perder la conexión que sentí. ¿Qué es lo más importante que debo hacer para evitarlo?
A: Lo más importante es no aislarse y apoyarse en la comunidad. Acude a las reuniones post-retiro aunque no tengas ganas y busca un pequeño grupo de vida. Además, establece una rutina sencilla de oración, como cinco minutos al día para dar gracias. No se trata de hacer cosas extraordinarias, sino de integrar pequeños gestos de fe en tu vida cotidiana.
Q: Me gustaría servir en un futuro retiro de Emaús, pero no me siento lo suficientemente ‘santo’ o preparado. ¿Hay algún requisito para hacerlo?
A: El único requisito real es haber vivido el retiro y tener un corazón dispuesto a dar a otros lo que gratis has recibido. No necesitas ser perfecto ni un experto en teología. De hecho, el servicio es una de las mejores maneras de seguir creciendo y afianzando tu propia fe. Habla con los responsables de tu comunidad, ellos te guiarán en el proceso.
Q: Después de Emaús, ¿es obligatorio hacer otros retiros como Effeta o Bartimeo? ¿Cuál debería hacer primero?
A: No, no es obligatorio. Son herramientas recomendadas para seguir profundizando si sientes la necesidad. Effeta suele ser un buen paso siguiente, ya que se centra en sanar heridas del corazón, lo cual te permite acoger más profundamente el amor de Dios que experimentaste en Emaús. Lo mejor es discernirlo con calma y, si es posible, hablarlo con alguien de tu comunidad o con un guía espiritual.
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